La Institucionalización de las Ciencias en México durante el Porfiriato.

Luz Fernanda Azuela Instituto de Geografía, UNAM
INICIO ÍNDICE


Durante el último cuarto del siglo XIX, la ciencia mexicana vivió un intenso proceso de institucionalización que transformó definitivamente el pensamiento y la práctica científicos. La ciencia mexicana dejó de ser una empresa individual para convertirse en un asunto público de interés social; el científico abandonó el amateurismo y exigió la profesionalización de sus disciplinas, así como la creación de espacios adecuados para su práctica. Con los años, y como fruto de la política de fomento a la ciencia de Porfirio Díaz, México llegó a contar con una impresionante infraestructura científica encabezada por los primeros institutos de investigación que contaban con edificios especiales, en donde se desarrollaron importantes investigaciones que despertaron el interés y el reconocimiento internacionales

Entre los factores que promovieron el desencadenamiento de este proceso destaca la participación de la comunidad científica, cuyo papel fue la gestión de los nuevos espacios que se abrieron, a través de una fructífera negociación con el Estado en la que estaba en juego la puesta en marcha del proyecto modemizador.


LA ORGANIZACIÓN DE LA CIENCIA EN MÉXICO EN EL SIGLO XIX

Hasta la segunda mitad del siglo XIX la organización de la ciencia en México se caracterizó por la efímera vida de las instituciones que se fundaron, ya las que nos podríamos referir usando la misma frase con la que Alzate describió la historia de la Academia de Ciencias Naturales que fundara Bartolache: fueron instituciones que "tuvieron su crepúsculo y no llegaron al mediodía”.

Diversos trabajos sobre esta etapa han mostrado que el hilo de continuidad de la actividad científica fue conducido por el Estado, quien desde 1824 subvencionó una serie de tareas en las que incorporó a científicos e intelectuales. Me refiero a las comisiones para la exploración del Istmo de Tehuantepec, las diversas comisiones de límites ya las campañas sanitarias, entre otras. [1]



74

Sin embargo. los proyectos fueron continuamente interrumpidos y los hombres de ciencia. con frecuencia debieron abandonar sus tareas de investigación para integrarse a la vida política.

Tal vez la única institución que gozó de una relativa estabilidad fue la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE). creada en 1833 con el propósito de elaborar la cal1a general de la República y levantar la estadística nacional. tareas que se consideraron prioritarias a partir del gobierno de Gómez Farias, y alrededor de las cuales se reunió la comunidad científica e intelectual de aquellos anos. Creada como un organismo dependiente del Estado, al grado que su "Presidente nato" era el secretario de Fomento, [2] la Sociedad sufrió las consecuencias de los sucesivos cambios del titular del Ministerio. Sin embargo nunca fue totalmente desprotegida, pues la corporación constituía el espacio en donde se reunían intelectuales, técnicos y científicos a quienes ineludiblemente recurrieron los sucesivos gobiernos para el desempeño de tareas de interés nacional.

Así, durante el segundo Imperio (1864-1867), Maximiliano encontró en la Sociedad el vehículo para llevar a cabo los proyectos que harían viable su mandato. Como aficionado al cultivo de las ciencias, el Emperador reconocía los beneficios que redituaba su fomento, tanto por el valor intrínseco de la práctica científica como por la inmejorable aura de legitimidad que le brindaba. Por su parte, algunos miembros de las élites intelectuales habían favorecido el establecimiento del Segundo Imperio, en tanto que proyecto alternativo para el desarrollo del país. [3]

En este ambiente el proceso de institucionalización de las ciencias inició un período de ascenso. se creó una Academia de Ciencias y Artes; un Observatorio Astronómico y Meteorológico. y se puso en marcha el Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia.' Simultáneamente, la Academia de Ciencias de París promovió la creación de la Commission Scientifique due Mexique, en la que colaboraron los más insignes científicos .
Mexicanos [6].


Ir arriba

[1] Juan José Saldaña, 1993 “Acerca de la historia de la ciencia nacional”, p 47. (volver al texto)

[2]Véase el Reglamento para el Gobierno Interior de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística reformado por ella y aprobado por el Supremo Gobierno el 25 de septiembre de 1867. (volver al texto)

[3] Entre ellos hay que mencionar al insigne Manuel Orozco y Berra (1816-1881) y a Joaquín Velásquez de León (1803-1882), quienes incluso llegaron a ocupar cargos públicos este último como Ministro de Estado, mIentras que el primero lo fue de Fomento, par1icipando asimismo en el Consejo de Estado del Emperador y en la Commission Scientifique Du Mexique. (volver al texto)

[4] Luz Fernanda Azuela, La institucionalización de la meteorología en México a finales del sigo XIX. (volver al texto)

[5] Se trata desde luego del Museo Nacional inaugurado por Guadalupe Victoria en 1825, que vivió una continua inestabilidad hasta el Segundo Imperio cuando recibió el apoyo de Maximiliano. (volver al texto)

[6] La Commission inició sus trabajos en México en el mes de julio de 1864 continuando sus trabajos aun después de la caída de Maximiliano (véase. Maldonado – Koerdell), “La Commission Scientifique due Mexique, p 245.) (volver al texto)



75

Los establecimientos imperiales tuvieron una corta pero fructífera vida, pues tanto las formas institucionales como los resultados que de ellas derivaron influyeron en la vida científica de la nación y sobrevivieron el derrumbe del sueño imperial. En efecto, mientras que el gobierno de la República Restaurada se ocupaba de borrar las huellas del efímero Imperio, y condenaba al ostracismo a sus colaboradores, algunas de sus instituciones científicas fueron maquilladas de republicanismo y se reinstalaron. Así ocurrió con el Museo Nacional y el Observatorio -este último parcialmente, mientras que la Sociedad de Geografía fue reestructurada y se fundó una nueva sociedad científica, la de Historia Natural.

Sin embargo, la supervivencia de estas instituciones no garantizó la de los proyectos ya iniciados, como ocurrió con los estudios meteorológicos que fueron suspendidos al desaparecer la sección correspondiente del Observatorio [7]. En este aspecto, el derrumbe del Imperio, representaba una nueva fractura para el desarrollo de la ciencia mexicana, que sin embargo seria la última del siglo XIX, pues a partir de la Restauración de la República se inicia un proceso de estabilidad y crecimiento sostenido que acabaría con la transitoriedad que había marcado los destinos de las instituciones científicas a lo largo de la centuria.

Habría que señalar aquí, que al margen de las divergencias ideológicas y políticas, hubo un punto que hermanó los gobiernos de la República Restaurada y el Porfiriato con el del malogrado Emperador Este fue el apoyo a la comunidad científica. Fundado en la certeza de que la solución de problemas prácticos de interés social requería de individuos altamente capacitados a quienes sé debla proveer con los medios adecuados para desempeñar su quehacer [8]. En todos los casos puede hablarse de una Incipiente o bien definida política científica sustentada en el mismo acicate económico la pujante industrialización mundial, que exigía el diseño de estrategias políticas adecuadas para subsanar el rezago del país De ahí el interés en incorporar a la comunidad científica en el desarrollo de una estrategia que pusiera el país en condiciones de competitividad. y le incorporara a la modernidad.


Ir arriba

[7] De acuerdo con Moreno C, el Observador. nunca funciono sin embargo Bárcena alude a los "trabajos meteorológicos” del Observatorio del Imperio (véase Bárcena “Boletín meteorológico del Observatorio Central de. México 1877. p 9-11 vt. Moreno C. Algunos sucesos que dieron origen p 304-30S ) (volver al texto)

[8] Véase Azuela “la ciencia y la política en la modernización del México Porfiriano” en “Tres sociedades científicas” P 130-149 (volver al texto)



76

En un primer momento esta política se actualizó en el establecimiento de alianzas del Estado con la comunidad científica, a través del apoyo a las sociedades científicas, en donde se llevaron a cabo algunos proyectos de interés gubernamental; y posteriormente en la apertura de oficinas, comisiones e institutos dentro del aparato estatal, en donde se integraron los miembros de la comunidad científica en tanto que peritos y expertos.

Las tareas que les fueron encomendadas se relacionaron con el reconocimiento territorial, la exploración de los recursos naturales y eventualmente con el estudio de su mejor explotación. A partir de entonces se inicia un proceso sostenido de institucionalización de las ciencias a lo largo del cual, una vez que contaron con una infraestructura adecuada, los científicos abordaron problemas de investigación básica, desligados de su eventual aplicabilidad. La transición que se efectúa a lo largo del proceso -que detallaré a continuación- permite caracterizar aquel fin de siglo como un punto de inflexión en el desarrollo de nuestra historia científica.


CIENCIA y MODERNIZACIÓN. LA PUESTA EN MARCHA DE UNA POLÍTICA CIENTÍFICA.

Tal como señalé, Juárez reinicia su mandato con una serie de acciones en las que se observa un franco apoyo a la actividad científica que fueron posteriormente consolidadas por Lerdo. Me refiero a la rehabilitación del Observatorio Astronómico; el reestablecimiento del Museo Nacional; el apoyo a la Sociedad de Mexicana de Historia Natural (SMHN) y la creación de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP). Durante sus mandatos, mientras que la sociedad naturalista se encargaba de poner en marcha algunos proyectos de interés gubernamental -como estudios de viabilidad de cultivos, por ejemplo- en la Escuela Preparatoria se apuntaló la formación de los nuevos cuadros profesionales, con base en una nueva visión de la realidad sustentada en el rigor metodológico y el apego a la ciencia Sus egresados conformaron la comunidad científica en el Porfiriato; se incorporaron a los establecimientos ya existentes y promovieron la intensificación del proceso organizativo de la ciencia mexicana

En efecto, la labor iniciada por Juárez alcanzó su culminación durante el gobierno de Porfirio Díaz a través del desarrollo de una política científica coherente, orientada por las demandas del proyecto de modernización del país, confiriendo a las instituciones científicas un carácter peculiar.


77

En primer lugar hay que señalar que la institucionalización de las ciencias, en tanto que pilar del proyecto modernizador, estuvo articulada a la Secretaría de Fomento. Esta determinó sus objetivos generales y circunscribió la práctica científica institucional a un núcleo especifico de áreas del saber -ciencias de la tierra y de la vida, principalmente Paralelamente, y en relación con esta última área, se creó otro bloque de instituciones vinculadas con la política sanitaria del régimen, a las que me referiré tangencialmente pues en su instauración operaron factores de índole diversa respecto a los que estuvieron presentes en la de los establecimientos de la Secretaría de Fomento [9]. “Baste mencionar por el momento que entre uno y otro bloques, de instituciones de 1876 a 1910 Porfirio Díaz fundó más de una decena de establecimientos científicos en donde se desarrollaron las diversas especialidades.

El proceso se inicia el 18 de diciembre de 1876 -exactamente 23 días después del triunfo del Plan de Tuxtepec- cuando Porfirio Díaz decide recoger el viejo proyecto del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) y ordena a Ángel Anguiano su organización, con. el propósito de contar con mapas más precisos [10]. Un par de meses después, el 8 de febrero de 1877 creo el Observatorio Meteorológico Central (OMC) y en marzo México se incorporó a la primera red internacional de meteorología, entonces integrada por 18 observatorios [11]. Al terminar su primer año de gobierno el Congreso aprobó el decreto de creación de la Comisión Geográfico Exploradora (CGE), con el encargo de realizar cartas generales y par1iculares de la República, así como cartas de reconocimiento, hidrográficas, de poblaciones y militares [12]. Hacia 1882, con la aprobación de la iniciativa para crear una Dirección General de Estadística, [13] -ya bajo el mandato de González-, la Secretaría de Fomento había logrado reunir una serie de dependencias abocadas a la integración de la imagen precisa del territorio, así como de sus recursos.[14]


Ir arriba

[9]Desde luego puede establecerse una relación coyuntural entre la política sanitaria y el proceso modernizador. (volver al texto)

[10] Véase Moreno C. Algunos sucesos, p 306 (volver al texto)

[11] Azuela. La institucionalización de la meteorología (volver al texto)

[12] la CGE inició formalmente sus labores el 5 de mayo de 1878 (véase García Martínez. la Comisión Geográfico Exploradora. p 486-487; (volver al texto)

[13] La Dirección General de Estadística fue establecida de acuerdo con lo dispuesto en el Decreto número 8597. del 26 de mayo de 1682 (véase Dublán y Lozano. Legislación Mexicana p 264 ) (volver al texto)

[14] Las tres primeras dependencias surgieron bajo el Ministerio de Riva Palacio, y la cuarta fue obra de Pacheco quien tomó la cartera en mayo de 198. Por otra par1e. es interesante destacar que con la excepción de las tareas de los observatorios. el resto de ellas habían sido originalmente el objeto de la SMGE, con lo que se observa un cambio crucial en las relaciones entre la comunidad científica y el Estado. (volver al texto)



78

Fueron instituciones en donde se promovió la realización de registros, taxonomías y cartografías, es decir, acciones relacionadas con una etapa básica y elemental de la práctica científica, y cuyos objetivos mismos implicaban posibilidades limitadas para su extensión. Valga señalar, sin embargo, que la mera práctica institucional implicaba la reunión de recursos materiales y la especialización de profesionistas, con lo que se abrieron perspectivas inéditas para la ciencia mexicana, que aceleró su desarrollo en disciplinas como geografía, geología, historia natural en sus vertientes botánica y zoológica, astronomía, física y matemáticas [15].

Pese al carácter utilitario de estos primeros establecimientos, había una clara conciencia entre los científicos de las perspectivas que se abrían para el desarrollo de la ciencia a través de la institucionalización. Por ejemplo, en 1883 Mariano Bárcena definía el Observatorio Meteorol6gico -del que era director fundador- como el espacio que pese a su objetivo eminentemente práctico, propiciaba "las discusiones especulativas para el adelanto de la ciencia [en] su parte abstracta", y agregaba, que estas últimas se desarrollarían con mayor eficacia si se contara con las instalaciones adecuadas. Con ello Bárcena trataba de justificar su reiterada solicitud de un edificio especial para el Observatorio, e incluso la creación de un "Instituto de Investigaciones Físicas” [16].

Su reclamo se sumaba a los de otros miembros de la comunidad científica. que por aquellos años realizaban gestiones ante el Estado, que desembocarían en la creación de los primeros institutos de investigación en el país.
Así, por ejemplo, avisado del particular afecto del Ministro Pacheco por la medicina tradicional,[17] el naturalista Alfonso Herrera le hizo llegar en 1884 la propuesta de "emprender el estudio de la Flora del Valle de México y sus aplicaciones importantes a la medicina, al comercio ya las artes" [18]. Su proyecto se vio apoyado por otros elementos entre los que destacan los resultados de una encuesta nacional que señaló la abundancia de plantas medicinales en el país, proporcionándole al Ministro la justificación para crear el Instituto Médico Nacional (IMN) , que se fundó en 1888. [19].


Ir arriba

[15] El análisis bibliométrico muestra un considerable aumento en la productividad científica de las áreas disciplinarias vinculadas con los establecimientos mencionados, a partir de la fecha de su creación (véase Azuela, "Apéndice", Tres sociedades científicas.. (en prensa). (volver al texto)

[16] El Observatorio tenía como sede un antiguo cuerpo de guardia, situado en la azotea del Palacio Nacional (véase Bárcena, Observatorio Meteorológico-magnético Central, p 184). (volver al texto)

[17] De acuerdo con José Terrés " Bastó con que el Gral. Carlos Pacheco recordase algunas grandes congojas de sus campanas, los remedios a que había tenido que apelar y los decires a que se había acogido por fuerza, como único remedio a sus dolencias, para que se persuadiese de lo ingente que seria la utilidad de emprender un estudio serio de las plantas y animales medicinales y de los climas y enfermedades de cada lugar" (véase José Terrés, Reseña histórica del Instituto Médico Nacional de México, p 132). (volver al texto)

[18] Flores, L Reseña histórica del Instituto Médico Nacional, p 265. (volver al texto)

[19] 9 Véase Azuela, El Instituto Médico Nacional (volver al texto)



79

El Instituto estaría encargado de establecer el registro de la "terapéutica tradicional popular" de todo el país; la recolección y clasificación de especimenes; y su estudio químico, fisiológico y terapéutico, en un establecimiento organizado de acuerdo con los cánones más modernos de la investigación experimental [20]. El IMN sería el primer establecimiento de investigación experimental del país, que contaría con un edificio diseñado especialmente para este propósito.

El mismo día que se aprobó el decreto de creación del Instituto Medico, se hizo lo propio respecto a uno Geol6gico, que había derivado de las gestiones del Ing. Antonio del Castillo, quien ya en 1886 había logrado la anuencia del gobierno para crear una Comisi6n Geol6gica, con el objeto de participar en la Carta Geol6gica del Globo, propuesta ese ano en el Congreso Internacional de Geología. El Instituto Geol6gico inició sus labores en 1891 en un local provisional, aunque excelentemente equipado, y posteriormente fue dotado de un edificio especial con modernos laboratorios. Entre sus objetivos estaba el estudio de los recursos minerales del país, en un momento en el que la explotación minera daba un giro que favorecía la minería industrial pasando a segundo término la de los metales preciosos [21].

Con la creación de los dos Institutos la práctica científica mexicana dio un salto cualitativo, pues no sólo se les destinaba a la recopilación y registro de datos, sino a la investigación experimental, para lo que se les había provisto de laboratorios, instrumentos y personal especializado [22]. Por otra parte, los Institutos organizaban sistemáticamente las diferentes etapas de la investigación, y dirigían la participación de diferentes especialistas en torno a un objetivo común, además de facilitar su completa entrega a la investigación pues devengaron salarios por realizarla De hecho, entre sus muros se constituyó la primera generación de científicos profesionales.

Valga subrayar que en los Institutos, a la par que se continuó con las labores de registro y taxonomía, que desde luego no habían quedado agotadas, se propició el desarrollo de otro aspecto de la práctica científica la .


Ir arriba

[20] Díaz, Porfirio, Decreto de creación del Instituto Médico Nacional, p 139-140. (volver al texto)

[21] Este viraje se reflejaría a 1a vuelta del siglo en la reorganización del Ministerio de Fomento. que para 1907, contaría con una oficina dedicada exclusivamente a las “Concesiones para explotar carbón mineral, guano y salinas", así como un despacho para los "Permisos para explotar arena piedras, etc" y otro para "explotar y explorar criaderos de petróleo" (véase Memoria de Fomento, 1907-08, Vol. 2 ) (volver al texto)

[22] Los institutos representaron el reconocimiento a la Ciencia como una Institución social permanente; la aparición del científico Como un valioso actor social, cuyo quehacer seria retribuido económicamente; y valoraba por primera vez en la historia la Importancia de la investigación básica experimental. Con ello se facilitó el desarrollo de otras disciplinas científicas, algunas de ellas novedosas en el ámbito internacional, como fue el caso de la bacteriología y la biología, mientras que se practicaron investigaciones en química, farmacología y fisiología; así como en geoquímica y metalurgia. (volver al texto)



80

Por otra parte, y en lo que concierne a los factores que participaron en el proceso de institucionalización, hubo algunas instituciones científicas que se fundaron a partir de una iniciativa exterior, Este fue el caso de la Comisión Geodésica Mexicana, creada en 1898 con el propósito de participar con los EEUU y Canadá en la medición del arco correspondiente del meridiano 98 W de Greenwich en el territorio nacional, [23]. así como del Instituto Bibliográfico Mexicano, propuesto en 1899 con el objeto de participar en el Catálogo Internacional de Bibliografía Científica, propuesto por la Royal Society de Londres en 1896 24].

En otros casos, la instauración de un nuevo establecimiento, aunque inspirada en un modelo extranjero, respondió a necesidades locales, como fue el caso del Instituto Antirrábico, creado en México el 23 de abril de 1888, el mismo ano que se abría el Instituto Pasteur de París, con el mismo objetivo, [25].

Este último instituto, dependiente del Consejo Superior de Salubridad, pertenecee al segundo bloque de instituciones al que aludí al iniciar mi intervención, en el que se sumaron posteriormente el Instituto Bacteriológico Nacional, fundado en 1895 y el Museo Anatomo - patológico de 1896, que se transformaría en Instituto Patológico en 1901 [26]. Estas dependencias se relacionaron el desarrollo de la investigación médica en nuestro país; tuvieron como sustento la política sanitaria del régimen y dependieron del Ministerio de Gobernación.
Valga hacer notar que con su fundación, hacia 1895 ocurre un relativo desplazamiento en el foco del proceso de institucionalización, que se había centrado en los objetivos de la política económica y ahora parece hacerlo en los de su política sanitaria,
Sin embargo se trata de un compás de espera en los proyectos de la Secretaría de Fomento que inauguraría el siglo con su reorganización interna, efectuada en 1907 y que supuso el establecimiento de nuevas dependencias y la desaparición o el desplazamiento de otras.

Así, por ejemplo, se crea la Comisión de Exploración Biológica del Territorioo Nacional, derivada de la Comisión geográfico-exploradora; se incorpora la Escuela Nacional de Agricultura y se abre un Museo Tecnológico Industrial.


Ir arriba

[23] Sáenz de la Calzada, La comisión geográfico-exploradora, p 55. (volver al texto)

[24] Report of the proceedings at the International Conference of Scientific Literature p 133 25 Véase Coslo Villegas, Porfiriato, Vida Social, p 107. (volver al texto)

[26] Costero, "Desarrollo de la anatomía patología en México", p 354. (volver al texto)



81

Simultáneamente, el Instituto Médico Nacional se desplaza al Ministerio de Instrucción Pública y se cierra la Comisi6n de Parasitología Agrícola, que había sido creada en 1900 con el propósito de estudiar los medios para "la protección de los cultivos y el exterminio de las plagas". [27]

A todos estos cambios corresponde una visión más profunda sobre la relación entre la ciencia y el proceso modernizador, que requeriría de un tratamiento aparte pues tuvo manifestaciones en otros ámbitos de la vida social. Baste recordar que unos meses antes de la ruptura revolucionaria, se abrió la Escuela Nacional de Altos Estudios.[28] en donde se impartirían cursos de postgrado y especialización en las diversas disciplinas científicas, reconociéndose con ello la exigencia de profesionalizar la práctica científica a través de la escolarización. Pero, además, al incluir entre los fines de la Escuela Nacional de Altos Estudios "la coordinación de los institutos de investigación ya existentes (...para) abrir siempre el más vasto campo a los trabajos de investigación" se articulaba el sistema científico nacional. [29]

Como puede verse, en el medio siglo transcurrido desde el Segundo Imperio hasta la caída de Díaz, México experimentó cambios cruciales en la organización de su práctica científica, que culminaron en el acelerado proceso de institucionalización efectuado durante el Porfiriato.

Valga destacar, para finalizar, que el controvertido régimen dejó como legado una sólida infraestructura institucional que sobrevivió los avatares de la crisis revolucionaria, pues a pesar de la inclemente destrucción de la que fue objeto, hasta la fecha prevalecen establecimientos que descienden directamente de los que se crearon en aquella etapa. [30]



Ir arriba

[27] Téllez Girón, El Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias y sus antecedentes. p 188 (volver al texto)

[28]Ley Constitutiva de la Escuela Nacional de Altos Estudios. (volver al texto)

[29] Chávez, Discurso pronunciado en la Inauguración de la Escuela Nacional de Altos Estudios, p 166. (volver al texto)

[30] Solamente entre los universitarios se cuentan los Institutos de Astronomía, Biología y Geología, descendientes del Observatorio Astronómico Nacional el Instituto Médico y el Geológico, respectivamente. (volver al texto)