Una visión de conjunto sobre el papel de la tecnología desde la Conquista hasta el comienzo del siglo XXI, permite dar inicio a una discusión sobre una agenda cada vez más urgente sobre sus causas y efectos en el desarrollo económico de México. Se parte de un marco donde las tecnologías se conjugan con las actividades económicas agrupadas en dos vertientes:
Una que refiere las capacidades técnicas, tecnológicas y científicas que se han conservado y desarrollado en quinientos años de historia, las cuales se identifican con las actividades de la agricultura, la construcción y arquitectura, la astronomía y la medicina.
Y otra, que define los periodos según la introducción de tecnologías en ciertos sectores económicos específicos donde, aunque con rezagos, se logra un cierto auge económico para declinar posteriormente. El primer periodo, “Técnicas en conflicto”, abarca de 1521 (caída de Tenochtitlan) a 1762 (reformas borbónicas). El segundo, “De la Ilustración a la fábrica”, comprende de 1763 a 1849 y en él se exponen los inicios de las ciencias modernas y el papel que en ellas tienen que ver las reformas borbónicas. El tercero, de 1850 a 1934, refiere la institucionalización de las ciencias y la electrificación y la construcción de los ferrocarriles. En un cuarto periodo se caracterizan las modernizaciones truncadas”, en el que comienzan las políticas estatales de educación, la ciencia y la tecnología, y las nuevas formas de transferencia tecnológica, el cual abarca desde 1935 a 1994. Por último, desde 1994 se plantean las perspectivas de la introducción de la revolución científico-técnica, donde se privilegian los sectores de las telecomunicaciones y el sector de conocimientos.
Se plantea una alternativa que se basa en conjugar las tecnologías emergentes con capacidades tradicionales, evitando su destrucción, y sobre todo los cambios superfluos (o espurios), donde solamente se usan sin considerar las capacidades productivas. Se trata de aprender de la experiencia histórica para resolver los problemas recurrentes que aún permanecen: 1) ambientes económicos e institucionales que promueven la producción extensiva de recursos naturales y de fuerza de trabajo, en lugar de una intensiva que reclame mayor uso de la tecnología; 2)la oportunidad perdida que conlleva rezagos tecnológicos; 3) procesos de industrialización con arrastre económico limitado; y 4) infraestructuras incompletas o truncadas con la difusión de las revoluciones industriales.
Introducción
Aquí se presenta un panorama histórico de la tecnología, considerando su papel económico en la historia de México. Los diferentes y dispersos materiales publicados acerca del tema se organizan con las siguientes orientaciones:
1. Detectar las raíces tecnológicas del subdesarrollo económico de México, pues los logros técnicos y tecnológicos han sido insuficientes para generar una dinámica sostenida de acumulación productiva y crecimiento económico. Al respecto, no se parte del mayor peso de las causas recientes, por lo cual está abierta la ubicación en el tiempo de los procesos que permiten que ciertas capacidades técnicas, tecnológicas y científicas se conserven y desarrollen, mientras otras se destruyen. Entonces es posible distinguir capacidades que han permanecido a lo largo de la historia y otras que han emergido, desarrollado y declinado en periodos específicos.
2. Respecto de las capacidades científicas y tecnológicas relativamente “permanentes” a lo largo de la historia de México, se propone explicar su continuidad e insuficiencia para promover un efecto multiplicativo general en la capacidad científica, tecnológica y productiva. Estas capacidades están relacionadas con la agricultura, la construcción y la arquitectura, la astronomía y la medicina.
3. Los distintos periodos se definen considerando tanto los sectores económicos más importantes en el periodo como las capacidades científicas, técnicas y tecnológicas. Sin embargo, se destacan las técnicas y las tecnologías, elementos inherentes de la capacidad productiva social, sin perder de vista que los conocimientos productivos se relacionan con los conocimientos científicos. Por tanto, es necesario referirse por una parte a las actividades productivas y, por otra, a la organización institucional que permite generar, conservar y transmitir los conocimientos. La periodización se realiza sobre el principio de considerar cambios en las tecnologías con sus implicaciones en la producción y en la organización institucional del conocimiento.
A continuación se abunda en los puntos anteriores, primero sobre el tema de las técnicas, la ciencia y la tecnología. Luego se señalan las concepciones económicas de la tecnología con sus posibilidades y limitaciones. Finalmente se ubica el nivel relativo, en tiempo y condiciones, de la tecnología en México a partir del marco de las revoluciones industriales; es decir, se pretende estimar la oportunidad o retraso tecnológico, según el caso, y los apoyos o carencias institucionales que facilitan o no permiten la adecuada difusión tecnológica, o bien impactos económicos mayores.
TÉCNICAS, CIENCIAS Y TECNOLOGÍAS
Desde el punto de vista histórico las técnicas son previas a la ciencia, ya que ésta sistematiza el conocimiento aplicado al generalizar la explicación de los fenómenos. La tecnología es posterior a ambas, pues es conocimiento aplicado derivado de conocimientos científicos y apoyados en ellos. Sin embargo, el conocimiento contemporáneo se desarrolla con el incremento y complejidad creciente de las relaciones entre ciencias, técnicas y tecnologías, y con la evolución de cada una. En efecto, la tecnología por definición se apoya en los avances científicos; por ejemplo, la ciencia de los materiales permite nuevas aplicaciones tecnológicas, pero también, en otro sentido, las ciencias dependen de los desarrollos tecnológicos, como en el caso del microscopio electrónico que hace posible el desarrollo de las ciencias naturales.
Aunque las técnicas reciben menos atención, son de importancia creciente en la problemática contemporánea de la ciencia y la tecnología: las técnicas cambian gracias a la tecnología (por obsolescencia o redundancia), o bien se generan nuevas técnicas (p. ej., la programación a partir de tecnologías de la computación). El impacto de la ciencia en las técnicas es menos evidente, aunque existe una demanda directa de éstas en las mismas actividades científicas, es decir, se requieren técnicas para llevar a cabo, por ejemplo, experimentos científicos.
Las técnicas, aunque en menor medida, impactan en las tecnologías y las ciencias; su avance posibilita los mismos desarrollos tecnológicos y científicos. Por ejemplo, la aplicación de las técnicas estadísticas es un instrumento útil en la investigación de las ciencias aplicadas.
Las relaciones entre técnicas, tecnologías y ciencias coevolucionan con las etapas históricas, alcanzando su máxima ex presión con la actual revolución científico-tecnológica.
HISTORIA DE LA TECNOLOGÍA
La sociedad se desarrolla con base en su capacidad de producción, así como en qué produce y cómo lo hace; esto es, las innovaciones en los procesos de producción y en las estructuras sociales que condicionan su difusión.
Desde una perspectiva histórica, se han detectado grandes cambios en la capacidad productiva de la sociedad, identificados como “revoluciones industriales”.
La primera revolución industrial abarca desde 1770 hasta finales del siglo XIX; la segunda se ubica desde estas fechas hasta finales del decenio de 1960, para dar pie a la tercera, también conocida como revolución científico-tecnológica, en proceso de desenvolvimiento.
Cada revolución industrial presenta al final de su periodo una desaceleración del dinamismo “[....] tanto de la base tecnológica que la sustenta como del sistema institucional que la regula”. [1] Esta desaceleración puede interpretarse como una serie de fluctuaciones generales que hacen crisis en un momento específico y que, además, también pueden ser concebidas como fases de transición de un periodo a otro, lo cual concuerda con algunas periodizaciones históricas de largo plazo, conocidas como “ondas largas”, que incluyen una fase de expansión y otra de contracción económica.
De acuerdo con lo anterior, la primera revolución industrial abarca dos “ondas largas” : [2]
Primera revolución industrial
(1770-1893)
Expansión | Contracción | Características tecnológicas |
OL 1: 1793-1825 | 1826-1847 | Máquinas de vapor en gran escala (ferrocarriles, buques, industria) |
OL 2: 1848-1873 | 1874-1893 | Uso generalizado de máquinas-herramientas y crecimiento de las comunicaciones. |
El ordenamiento de la producción de la primera revolución industrial se sustenta en la descomposición del trabajo en elementos simples y el reemplazo del trabajo manual por máquinas. Esto significa sustituir las manufacturas por un sistema concatenado de máquinas. Las nuevas plantas industriales que albergan a las máquinas demandan una enorme cantidad de materias primas y energía, así como amplios mercados para absorber la expansión productiva. En el periodo de la fabricación de máquinas se impulsa la siderurgia y, en general, la metalurgia.
En este periodo la revolución industrial se desarrolla principalmente en Europa y los Estados Unidos. Considerando las ondas largas, se presentan los siguientes periodos:
Segunda revolución industrial
(1894-1967)
Expansión | Contracción | Características tecnológicas |
OL 3: 1894-1913
OL 4: 1940/8-1967 | 1914-1939 | Máquinas de combustión interna, producción en línea u organización científica del trabajo (Taylor) y la banda de montaje (Ford).
Qímica de los materiales sintéticos, gestación de la revolución científico-tecnológica. |
OL 5: 1994-2000 | 1968-1993
2001 | Inicio de la revolución científico-tecnológica; difusión de las tecnologías de información y comunicaciones; Internet.
Desarrollo de la biotecnología; tecnologías de “fusión”; nanotecnologías, energía distribuida. |
El auge tecnológico tiende a la automatización integral del proceso productivo, imperando los sistemas“justo a tiempo” que las bandas de montaje imponen. El sistema fordismo-taylorismo exige nuevas maneras de organización del proceso de trabajo y de comercialización. Desde el punto de vista tecnológico, se agrega a la máquina-herramienta, la máquina de combustión interna, es decir, el vehículo automotor. La nueva base productiva se sustenta así en la aplicación extensiva de la electricidad, pues independientemente del lugar de generación y tipo de fuente (hidráulica, carbón, etc.), es transmitida y distribuida hasta donde se localizan las industrias.
A diferencia de las revoluciones industriales que se corresponden con nuevas fases expansivas, la revolución científico- tecnológica comienza en la fase de contracción de la cuarta onda larga. En este periodo, la industria química moderna es el germen de la revolución del conocimiento, la cual se presenta a continuación.
REVOLUCIÓN CIENTÍFICO-TECNOLÓGICA (1968-)
Las fases de las nuevas relaciones tecnológicas que surgen con la industria química se expanden a otras ramas con la revolución científico-tecnológica. Con ella se incrementan las relaciones productivas de la investigación científica y el desarrollo tecnológico para la innovación de procesos de trabajo y de producción, así como de nuevos productos y servicios. A diferencia de las anteriores revoluciones industriales, se acelera la acumulación de conocimientos y son especialmente importantes y más complejas las relaciones entre las ciencias, las técnicas y las tecnologías. Estas relaciones se construyen mediante redes institucionales donde son privilegiadas las organizaciones flexibles entre empresas, universidades (y centros de investigación) y gobierno. [3]
Debido al cambio radical que se produce en la relación ciencia-técnica-tecnología, la actual revolución impacta aún más en forma global al conjunto de las actividades humanas. Por esta razón, el contenido de la revolución científico-tecnológica implica a su vez cambios en múltiples aspectos: científicos y técnicos; desarrollo económico; procesos de trabajo y de producción; investigación y educación; sistemas de dirección y organización de las empresas; ecología y, en general, la cultura, la sociedad y el arte. Cabe mencionar que a pesar de las tendencias homogeneizantes de la revolución científico- tecnológica, se han conformado sociedades cada vez más diferenciadas y polarizadas, adquiriendo especial importancia los aspectos regionales. [4]
Desde el punto de vista de los procesos de producción, la revolución científico-tecnológica encuentra su expresión contemporánea en un conjunto de procesos tecnológicos de diferentes contenidos, los cuales se caracterizan en las llamadas nuevas tecnologías: informática, biotecnología, telecomunicaciones, nuevos materiales y fuentes energéticas. En la producción priva el principio automático y la automatización flexible y se establece una relación más estrecha con la investigación científica. La principal característica de las nuevas tecnologías estriba en la generalización e impacto que tienen en una amplia gama de sectores productivos, así como en su flexibilidad, lo cual les permite revalorar, hasta cierto punto, las técnicas y tecnologías tradicionales o convencionales.
Las innovaciones de las nuevas tecnologías que se constituyen en motores de la revolución científico-tecnológica son, entre otras, el microprocesador (inventado por INTEL en 1972 y que ha facilitado el incremento de la capacidad de cómputo acelerada) [5] y el desarrollo de la ingeniería genética a partir de 1973, cuando un grupo de investigadores estadunidenses logra introducir en una bacteria un gene y lo acepta como propio .” [6]
PERIODOS DE LA TECNOLOGÍA
FN MÉXICO
Se definen considerando, en primer término, los cambios en la producción con sus técnicas y tecnologías, y, en segundo, la organización social del conocimiento. Estos cambios se fechan de acuerdo con algún suceso político o de creación de instituciones, como se indica en el cuadro 1.
Si se consideran sólo los momentos de introducción en México de los enfoques científicos (organicista, hermético y mecanicista), el periodo del impulso de la ciencia positivista arranca desde 1850, precisamente con el inicio de la revolución industrial en México (véase adenda al final del capítulo, p. 29). Sin embargo, el retraso que se observa en las técnicas y tecnologías productivas es aún mayor y más crítico que el referido a la introducción del pensamiento científico.
Para establecer una primera estimación del retraso en magnitud y tiempo del rezago tecnológico, se relacionan las revoluciones industriales con los periodos de su introducción en México (cuadro 2).
El rezago se manifiesta al observar algunos datos ilustrativos. Por ejemplo, es hasta la segunda revolución industrial en Europa y los Estados Unidos, cuando en México se empieza a desarrollar la primera revolución industrial, con fábricas textiles donde la producción se realiza con motores de vapor y telares mecánicos combinados con máquinas de tracción animal.
Los inicios de la construcción del ferrocarril en México datan de mediados del decenio de 1850, con un retraso estimado de 40 años respecto de los países industrializados de la época. Sin embargo, la brecha económica y tecnológica es aún mayor, pues los 20000km de vías férreas que se alcanzan en 1910 [7] se hacen con materiales y aceros importados, incluso se llega a traer madera de Inglaterra para los durmientes, así como los técnicos e ingenieros encargados de la construcción, todo esto conformado en paquetes mediante capitales ingleses para financiarlos (véase cap. 3).
De igual manera la industria eléctrica, si bien data de 1879 al instalarse la primera planta termoeléctrica en León, Guanajuato, [8] su desenvolvimiento posterior no impulsa la creación de empresas proveedoras de insumos, en especial la de generadores eléctricos, por lo que se depende de los centros industriales y de sus capacidades y trayectorias tecnológicas.
El rezago tecnológico se acumula, pues la segunda revolución industrial se monta sobre el rezago de la primera y la revolución científico-tecnológica sobre el rezago de ambas. Por ejemplo, en México la industria del petróleo ocupa un lugar central, sin embargo corresponde a la segunda revolución industrial, mientras que son escasas las manifestaciones y componentes de la revolución científico-tecnológica, como es el caso de las empresas innovadoras.
La historia de la tecnología en México se presenta por capítulos, de acuerdo con los siguientes periodos:
1) 1521-1 762: TÉCNICAS EN CONFLICTO
El conflicto contiene dos subperiodos. En el primero, de 1521 a 1548, prevalece la irrupción de las técnicas españolas y su choque con las técnicas indígenas, como parte del enfrentamiento de dos dinámicas del conocimiento y de concepción de sus mundos.
El resultado es una selectividad técnica que responde en primer lugar a la superioridad militar que somete a la organización social indígena, lo cual deriva en una situación donde los españoles no se preocupan por innovar debido en gran medida a la disponibilidad permanente de mano de obra sumisa y barata, y en segundo lugar, las comunidades indígenas entran en una actitud defensiva y de sobrevivencia.
En un segundo subperiodo, de 1549 a 1762, prevalece la forma extensiva de la producción tanto en minería como en agricultura, y por tanto los cambios técnicos son “simples”, ya que se orientan hacia una explotación extensiva del trabajo y de la naturaleza.
2) 1763-1849: DE LA ILUSTRACIÓN A LA FÁBRICA
El segundo periodo se puede considerar de preparación para la revolución industrial. En efecto, como reflejo de la Ilustración europea se cobra conciencia de la necesidad de mejorar las “artes útiles” y de aplicar los adelantos científicos al desarrollo de nuevas técnicas de producción. Todo esto se refuerza dentro del marco de las reformas borbónicas del gobierno de Carlos III, pues se fundan instituciones como el Colegio de las Vizcaínas (1767), la Real Escuela de Cirugía (1768), la Academia de las Nobles Artes de San Carlos (1781), el Jardín Botánico (1788) y el Real Seminario de Minería (1792).
Sin embargo, en un segundo subperiodo, que empieza en 1821 con la independencia de México, se da mayor énfasis a la educación y a los valores de identidad y soberanía, los cuales en lugar de sumarse a los esfuerzos de vinculación de la ciencia con la producción son sustituidos parcialmente. Tal es el caso de priorizar el imperativo de vincular los conocimientos relacionados en especial con los recursos naturales, con la integridad del territorio nacional.
3) 2 850-1934: LOCOMOTORAS, ALTOS HORNOS Y TRIBUNAS ELÉCTRICAS
El tercer periodo se caracteriza por la introducción abrupta de la primera y segunda revoluciones industriales, que generan dos rupturas principales:
- La primera ruptura se refiere al surgimiento, por separado, de dos movimientos que dinamizan el conocimiento. Por un lado, las obras de infraestructura, principalmente los ferrocarriles y la electricidad, ejes de las actividades económicas, inciden en la demanda y en la formación profesional; por otro, se llevan a cabo actividades diversas de la ciencia y la creación de los institutos de geología, astronomía y medicina, orientados a fortalecer la identidad y soberanía de los recursos naturales. Con esto se pierde la oportunidad de construir encadenamientos, uno, del conocimiento con la práctica productiva, y otro, de las actividades internas de producción de materiales y maquinaria, pues éstos provienen, como los capitales, del exterior.
- La segunda se origina por el retraso en la introducción de la revolución industrial, ya madura en países europeos y en los Estados Unidos, países que, además, se encuentran en la expansión de la segunda revolución industrial (1894-1913).
Ambos desacoplamientos, el del conocimiento científico con el tecnológico, y el de la difusión prácticamente empalmada de las dos revoluciones industriales, generan cambios tecnológicos que no se logra resolver en el siguiente periodo (cuadro 2).
4) 1935-1993: MODERNIZACIONES TRUNCADAS
En el cuarto periodo el Estado se plantea impulsar la industrialización y el desarrollo tecnológico. Esto se realiza sin resolver los desacoplamientos y rupturas originados anteriormente. Quizá por ello el resultado de las tres “modernizaciones” son acciones que se limitan a incorporar nuevos equipos e instalaciones y capacitar para su uso.
La primera modernización se corresponde con la política gubernamental para la ciencia y la tecnología que se instrumenta con el Consejo Nacional de la Educación Superior y de la Investigación Científica (CONESIC), el cual se transforma en el Instituto Nacional de Investigación Científica (1935-1969). Este subperiodo se caracteriza por una política de institucionalización de la enseñanza como eje de la formación técnica y de la investigación tecnológica. Al mismo tiempo es un periodo de establecimiento de institutos de investigación científica y tecnológica, algunos para satisfacer necesidades de las ramas de energía (petróleo, electricidad y nuclear).
La segunda modernización se inicia con la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que define políticas explícitas para la ciencia y la tecnología (1970-1993). A mediados del decenio 1980 se inicia la apertura de la economía, la cual se conjuga con la privatización de las actividades productivas estatales. Estas políticas se continúan en la tercera modernización, que se presenta en el siguiente capítulo.
5) 1994-: HACIA UN SECTOR DE CONOCIMIENTOS
La tercera modernización, actualmente en desenvolvimiento (1994-), se conjuga con una política para la innovación tecnológica y cierto aceleramiento de la primera fase de la revolución científico-tecnológica en México. El punto de arranque está en la coincidencia del inicio de operaciones del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Canadá, con el año en que las telecomunicaciones (y en general las tecnologías de la información y las comunicaciones) alcanzan un nivel de despegue que los convierte hacia el futuro en la línea tecnológica dominante de las nuevas tecnologías. Dicha coincidencia asegura la probabilidad de estar al día en el uso de los avances en las telecomunicaciones (y el “Internet”). Sin embargo, las posibilidades de potenciar las escasas aplicaciones tecnológicas y mecanismos de transferencia (como son las empresas innovadoras) dentro de la revolución científico-tecnológica están también abiertas si se elige la alternativa de pasar a una síntesis histórica activa.
Adenda:
Una periodización sustentada en la ciencia, en especial en la difusión de los paradigmas científicos, es la propuesta por Trabulse [Elías Trabulse, Historia de la ciencia en México (versión abreviada), “introducción”, t. 1, pp. 11-47].
Tres tradiciones científicas son consideradas por Trabulse: organicista hermética y, mecanicista, cada una con su peculiar método de experimentación y su propio lenguaje.
La organicista deriva de las concepciones aristotélicas acerca de la naturaleza (sustancia, materia, forma, esencia, existencia), que tuvo su prestigio en la baja Edad Media y en los siglos XV y XVI, cuando empieza a declinar; se apoya en los principios de Aristóteles, Galeno y Tólomeo, que se incorporan a la teología cristiana.
La hermética tiene el lenguaje de la alquimia, la astrología y la ciencia de los números. Las analogías biológicas de crecimiento y decadencia privan en esta teoría, preocupada por el constante cambio, y no por el curso regular y uniforme de la naturaleza. Esta tradición hermética o mágica del cosmos, la cual tuvo contribuciones a la revolución científica del siglo XVII, es una obra de arte preñada de misterios, enlaces ocultos y relaciones numéricas, que sólo al iniciado correspondía descubrir.
La mecanicista emplea un lenguaje claro y directo con base en los conceptos matemáticos, que caracterizan a las ciencias de los siglos XVIII, XIX y XX. La búsqueda de leyes que expliquen la regularidad y la recurrencia de los fenómenos del mundo físico, sobre todo desde el siglo XVII. La posibilidad de captar matemáticamente el carácter inmutable y regular de la naturaleza permitía prever los fenómenos, ya que éstos quedaban sujetos a leyes invariables. Desde mediados del siglo XVIII las ciencias se rigen con base en hipótesis y teorías, sea en la astronomía o en la biología.
El criterio de periodización propuesto por Trabulse resulta de observar el grado de adopción de estas tradiciones científicas en México, en efecto:
- 1521-1580: Adaptación de la ciencia europea: botánica, zoología, geografía, medicina, etnografía y metalurgia.
- 1580-1630: Introducción de textos herméticos: astrología y alquimia.
- 1630-1680: Desarrollo de la tradición hermética: matemáticas y astronomía.
- 1680-1750: El mecanicismo toma carta de naturalización.
- 1750-1810: Triunfo de las teorías mecanicistas.
- 1810-1821: Violenta crisis que frena la actividad científica.
- 1821-1850: Empuje de la Ilustración.
- 1850-: Impulso positivista de la ciencia mexicana.
Cuadro1
Periodos de la tecnología y organización del conocimiento (1521- 1994)
Num. | Inicio | Suceso | Producción y procesos tecnológicos | Organización del conocimiento |
Científico | Tecnológico |
1.1 | 1521 | Caída de Tenochtitlan | Choque tecnológico | | Pérdida de conocimientos por la destrucción de la organización indígena |
1.2 | 1549 | Repartimiento | Explotación extensiva de la fuerza de trabajo y los recursos naturales | Creación de la Universidad Pontificia (1553).
La ciencia para las artes útiles. | |
2 | 1763 | Reformas borbónicas | Mecanización restringida | El real seminario de Minería (1792).
- Primera sociedad científica (1834)
- Instituto Nacional de Geografía y Estadística (1833)
- Biblioteca Nacional (1834)
| |
3 | 1850 | Ferrocarriles | Cambios de la producción artesanal a la producción a escala.
Introducción de la electricidad (1879).
Siderurgia (1900).
Introducción y uso del automóvil (1907); inicio de construcción de carreteras (1910).
Surgimiento de industrias mecánica y eléctrica (finales del decenio de 1920). | Creación de institutos de:- Geografía (1861)
- Medicina (1891)
- Bacteriología (1899)
- Patología (1899)
- Observatorios: Astronómico (1863)
- Metereológico (1877)
Academias científicas:- Humboldt (1859)
- Medicina
- Universidad Nacional de México (1819)
| - Escuela Nacional de Agricultura (1853)
- Escuela Preparatoria Técnica
- Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica
- Escuela de Construcción
|
4.1 | 1935 | Consejo Nacional de la Educación Superior y de la Investigación Científica | Nacionalización del petróleo y la petroquímica.
Innovación del detonante con base en el plomo. | Bases del sistema científico: creación de instituciones de investogación y educación superior.
Observatorio astrofísico nacional
Universidad Nacional Autónoma de México (1929)
Institutos de Química (1941), Matemáticas (1942) e Ingeniería CINVESTAV (1961) | - Reactor nuclear de Salazar
Investigaciones agrícolas:- Instituto de investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
Institutos de Salubridad y Enfermedades Tropicales (1939)
Institutos de Investigación en Energía: IIE, IMP, ININ
Instituto Politécnico Nacional (1938) |
| | | | Infraestructura científica y tecnológica:
Universidad Autónoma Metropolitana (1974)
Universidad Autónoma de Chapingo
Sistema de Escuelas Educación Técnica
Escuela Nacional de estudios Profesionales |
4.2 | 1970 | Creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) | Creación de parques industriales y políticas en ciencia y tecnología. | Sistema Nacional de Investigadores
Centros SEP- CONACYT | - UNAM: Centro para la Innovaci{on Tecnológica (1989)
- Centro de Investigación de Desarrollos Tecnológicos
- Creación de Centros e Institutos Médicos
|
5 | 1994 | Tratado de Libre Comercio con América del Norte | Nuevas tecnologías: electrónica y telecomunicaciones.
Creación de empresas de base tecnológica (EBT). | Institucionalización de las transferencias tecnológicas | CENAM
Universidades tecnológicas |
Fuente: Elaborado por el autor (marzo de 1997). |
Cuadro 2
Periodos y revoluciones industriales
Revoluciones industriales | Retraso | Periodo (cuadro 1) |
Primera revolución industrial (1770- 1893)
Segunda revolución industrial (1894-1967)
Revolución científico-tecnológica (1968-) | | TÉCNICAS EN CONFLICTO (1521- 1762)
De la coa al arado: irrupción de las técnicas españolas y choque con las técnicas indígenas (1521-1548)
Explotación extensiva del trabajo y los recursos naturales (1549- 1762)
DE LA ILUSTRACIÓN A LA FÁBRICA (1763- 1849)
LOCOMOTORAS, ALTOS HORNOS Y TURBINAS (1850- 1934)
MODERNIZACIONES TRUNCADAS
Organismos estatales de fomento de la educación, ciencia y tecnología (1935-1969)
Definición de políticas de ciencia y tecnología (1970-1994)
Hacia un sector de conocimientos: Al encuentro de los eslabones perdidos (1994-) |
Fuente: Elaborada por el autor. |
Cuadro 3
Trayectoria de la ciencia y la tecnología en México
Periodo | Subperiodo | Capacidad tecnológica |
Sectores principales | Sectores permanentes | Instituciones |
1) 1521-1762
2)1763-1849
3) 1850-1934
4) 1935-1993 | 1.1)1521-1548
1.2)1549-1762
4.1)1935-1969
4.2)1970-1993 | Militar
Agrìcola
Minería
Gestaciòn de diversas industrias: textil, fundición, papel, azúcar, entre otras.
Sectores dinámicos:
Electricidad y ferrocarril Primera modernización truncada
Petróleo
Química
Segunda modernización truncada
Siderurgia
Automotriz
Maquinaria
Industria maquiladora Tercera modernización
Telecomunicaciones
Empresas de base tecnológica:
Electrónica, software, biotecnología | Agricultura
Construcción y arquitectura
Astronomía
Medicina | Universidad
Reformas borbónicas,
Real Seminario de Minería Institucionalización de la ciencia
CONESIC
Institutos de Investigación en Energìa: IIE, IMP,ININ
Conacyt
Centros SEP-Conacyt
TLC
SIN: Sistema Nacional de Innovación |
Fuente: Elaborado por el autor. |

[1] Manuel Cazadero, Las revoluciones industriales, FCE, México, 1995, p. 10. (volver al texto)
[2] La presente periodización considera la interpretación de las “ondas largas” de Ernest Mandel, El capitalismo tardío, Era, México, 1979; Las ondas largas del desarrollo capitalista. La intepretación marxista, Siglo XXI Editores, Madrid, 1986, con algunos ajustes y complementaciones de las características tecnológicas. (volver al texto)
[3] Las relaciones interinstitucionales toman diversas formas para compartir el riesgo de las etapas de los procesos de innovación y difusión de las tecnologías. En especial las asociaciones entre empresas, gobierno y universidades-centros de investigación. De aquí la propuesta de las PPP (Public/Private/Partnerships) que se proponen para la innovación tecnológica. OECD-Conacyt (2002), Joint México-OECD Conference on International Public/Private/Partnerships for Innovation, 2-3 December, Puerto Vallarta, México. (volver al texto)
[4] Se cuenta con publicaciones periódicas acerca del tema de la innovación y la regionalización. Baste referir el libro de Feldman Maryann y Nadine Massard, Institutions and Systems in the Geography of Innovations, Kluwer Academic Publishers, New York, 2002. (volver al texto)
[5] Los procesadores siguen una trayectoria tecnológica que va del 4004 Processor con 2300 transistores, innovado en 1971, al Pentium 4 con 42 millones de transistores, en el año 2000. Es decir, se ha seguido la Ley de Moore, cofundador de la empresa INTEL, quien vaticinó un crecimiento exponencial, ya que se duplicaría la capacidad de procesamiento cada 18 meses. (volver al texto)
[6] Rodolfo Ramírez Quintero, “Biotecnología”, en Leonel Corona (coord.), México ante las nuevas tecnologías, CHH-UNAM/Porrúa, México, 1991, p. 176. (volver al texto)
[7] Fernando Rosenzweig, “El desarrollo económico de México de 1877 a 1911”, en Enrique Cárdenas (comp.), Historia económica de México (Lecturas del Trimestre Económico núm. 64), FCE, México, 1992, pp. 405-454. (volver al texto)
[8] Gilberto Rodríguez y Rodríguez, “Evolución de la industria eléctrica en México”, en Daniel Reséndiz (coord.), El sector eléctrico de México, CFE/FCE, México, 1994, p. 16. (volver al texto)
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