Para planear un futuro, una pareja tiene que tener objetivos en común. Sin idea clara de a dónde van, no es posible construir una relación estable, especialmente cuando las personas son de orígenes diferentes. No es importante tener metas grandes, pero es necesario tener mínimo algunos planecitos. ¿Dónde queremos vivir en uno, dos o cinco años? ¿Qué queremos lograr y qué es posible hacer para alcanzar nuestros sueños? ¿Qué puedo hacer individualmente para mejorar nuestra relación y al final tener lo que queremos? Todas estas preguntas son muy importantes al inicio de una relación. En caso de una relación intercultural, es mucho más importante definir qué queremos y dentro de un tiempo más corto, como cada tres meses, checar si ambos están de acuerdo todavía con los planes originales. Algunas veces, puede venir un cambio y necesitamos aceptarlo. No podemos cambiar a una persona y cómo se siente. Es importante respetar que no todas las personas son capaces de hacer frente a la presión que una relación de este tipo conlleva. Cada relación intercultural es arriesgada. Nadie sabe si funcionará o no. Pero a las parejas interculturales les gusta la aventura y todas las situaciones desafiantes que incluyen, siempre y cuando mantengan sueños y objetivos en común.

* Estudiante canadiense del Taller de Redacción de Básico 4.
CEPE-CU, UNAM, Ciudad de México.

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