Diosa de la Luna o Coyolxauhqui. Los historiadores y los arqueólogos discuten diferentes versiones del mito de esta diosa.
Una de ellas dice que cuando Coyolxauhqui supo que su madre Coatlicue, diosa de la tierra, iba a dar a luz, se sintió muy indignada. Sabía que su nuevo hermano había sido engendrado por la pluma de un colibrí y celosa por ello quiso matar a su madre. En el momento de intentarlo, nació su hermano. Como todos los dioses, vino al mundo vestido y con armas y fue llamado Huitzilopochtli, o sea "hijo de colibrí". Una serpiente hecha de teas que obedecía los mandatos del recién nacido, decapitó a la diosa de la luna. La cabeza quedó en la ladera de la montaña y el cuerpo rodó cuesta abajo, fragmentándose.
Se dice también que la piedra simboliza el momento final de una lucha entre dos grupos mexicas que se disputaban el poder. Al ser derrotado el bando representado por Coyolxauhqui, éste quedó desmembrado; según la leyenda, aquellos de sus guerreros que lograron huir, se convirtieron en estrellas.
Y aún hay otra versión, según la cual, en alguna época entre los mexicas dominaban las mujeres. Al ser desplazadas por los hombres, el poder femenino quedó desarticulado y también sus diosas, entre ellas Coyolxauhqui.